Nazarín
Reseña y breve análisis fotográfico
Por: Estefanía Millán
Nazarín es una película de 1959, dirigida por Luis Buñuel, que fue galardonada con el premio internacional en el Festival de Cannes.
La cinta de Nazarín representa el cinismo de la cultura mexicana en cuanto a la religión; ya que el pueblo mexicano desde tiempos de la Colonia se ha proclamado como un devoto seguidor de la religión católica. Pertenecer a la iglesia organizada más grande del mundo conlleva (en teoría) la obligación de seguir los mandamientos de la Biblia e incluso ciertas pautas de conducta no descritas tal cual en el libro sagrado, pero sí alentadas fervientemente desde Roma hasta la más pequeña parroquia. Estos mandamientos, a grandes rasgos, te indican que debes ser: bueno, solidario, noble, humilde, espiritual, etc. Características que muchas veces son olvidadas y son en realidad reemplazadas por los antónimos de éstas.
En el filme, se puede ver que los mexicanos a pesar de reconocerse supuestamente como seguidores del cristianismo, hacen justamente todo lo contrario de los ideales católicos. Son gente llena de supersticiones y prejuicios; les gusta juzgar lo que no entienden y permanecen con una mente muy cerrada en sus costumbres y ritos.
La película retrata que no hay exactamente pura maldad o pura bondad en el corazón de las personas, sin embargo, sí existen aquellas personas que se inclinan más hacia hacer el bien. Lamentablemente, estas personas no siempre permanecen así, ya que el resto del mundo trata de quitarles a pulso esa buena voluntad.
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La cinta de “Nazarín” contó con la fotografía de alguien muy reconocido y muy importante en la época de oro del cine mexicano: Gabriel Figueroa. A continuación muestro algunas imágenes que me parecieron interesantes de la película y analizo brevemente su composición fotográfica.
Ley de la Mirada y regla de los grupos de tres
En esta imagen, las miradas de las dos primeras mujeres (de izquierda a derecha) invitan al espectador a fijar su mente en una ubicación arriba de ellas hacia la izquierda, mientras que la mirada de la tercera mujer te invita a observar los gestos faciales de las primeras dos y hacer énfasis en sus miradas. En la fotografía suele funcionar la agrupación de tres como centro de interés.
Líneas convergentes y ley de los tercios
Las líneas paralelas ayudan a darle profundidad al espacio de la fotografía. Los cuatro puntos de interés, de acuerdo a la ley de los tercios, hacen que nos enfoquemos en la mujer y la profundidad del pasillo.
Enmarcado natural y ley de los tercios (grietas en la pared)
Los únicos dos personajes en el cuadro enmarcan los recipientes (una jarra y un plato) los cuales están vacíos; y en un punto de interés se encuentran grietas. Estos elementos dan coherencia al contexto de pobreza y miseria en el cual vive el personaje principal.
Relleno de encuadre
En esta imagen el elemento que más importa es el Cristo. Poner algún otro elemento en el encuadre desviaría la mirada y el Cristo no luciría tan impactante como lo es en esta fotografía.
Ley del horizonte, elementos de repetición y líneas convergentes.
En esta imagen tenemos nuevamente las líneas convergentes que nos llevan hacia un punto en la lejanía y denotan profundidad. También contamos con la ley del horizonte que le da más prioridad al terreno y a las construcciones que al cielo. Los elementos de repetición indican la dirección de la fotografía.
Ley de los tercios y ley del horizonte
La vista del espectador se centra en los puntos de interés de la ley de los tercios. La mujer con el árbol ocupa dos tercios en la ley del horizonte.
Te invitamos a disfrutar de este clásico del cine mexicano, haciendo tu propia apreciación del guión y la cinematografía. Puedes ver la película completa a través del siguiente enlace: https://youtu.be/6kkzkQgT14g
